Desde nuestra pequeña entidad asociativa, la Universidad Rural Paulo Freire, entendemos que en estos tiempos de tanta dificultad para el medio rural, solo desde un esfuerzo integrador de las entidades públicas y privadas, sean del ámbito social o empresarial, pudiera lograrse un mínimo de eficiencia en el objetivo de la dinamización socioeconómica sostenible y el freno a la despoblación.
Más que actitudes aisladas, mesiánicas y sectarias, vengan de donde vengan, bastantes común en nuestros tiempos (cada uno cree tener la verdad absoluta), solo desde una visión compleja, integral y participada de todos los sectores de la realidad rural,
quizá podamos ir formando una nueva Red de Activos que nos amplíe la visión y, a la vez, nos una en el esfuerzo de búsqueda de soluciones ante el descalabro poblacional que vive el medio rural. Y desde luego, es la propia sociedad rural a la que le corresponde asumir la posibilidad del cambio social sin echar más balones fuera, ni ir de víctimas, más que esperar que agentes externos vengan a solucionarles la vida. Visto el fracaso de las políticas europeas de desarrollo rural y la desenfocada cultura del subsidio o suicidio cultural.
Es hora de sumar más que de restar. Como afirmamos en nuestro texto de las jornadas:
"La regeneración del medio rural en la actualidad debe de ser una objetivo primordial de la sociedad moderna y una cuestión de Estado para una concepto de desarrollo que se tilde de inteligente".