
Un círculo formado por cien mujeres y algunos hombres entorno a una novia que se casa consigo misma y que promete amarse y cuidarse todos los días de su vida, fue la escena final de la obra de teatro representada en el VIII Foro Feminista Rural dedicado a cuestionarnos el amor romántico.
A este momento llegamos después de un día y medio en el que visionamos los cortometrajes seleccionados por Montar Clos; compartimos la presentación de un libro que acoge en su seno momentos de vida de diversas experiencias amorosas conscientes;nos entusiasmamos con el análisis de Laura Latorre sobre como construimos culturalmente nuestra concepción del amor bajo las directrices interesadas del patriarcado.
Pero además, en la tarde del sábado cada una eligió un taller vivencial que, de la mano de unas facilitadoras exquisitas, nos llevaron a aterrizar en nuestras propias vidas en relación a los vínculos amorosos que establecemos, a la forma en que vivimos el placer en nuestros cuerpos, al abordaje de las relaciones de buen trato, y a la danza de nuestros cuerpos fuera de normatividades.
El círculo lo cerramos en la noche del sábado con Madammarina y Las Mamarrachas. Todas estábamos pletórica de un año más de encuentro y de acoger a todas las que se van incorporando a "buscar los caminos para relacionarnos fuera de la violencia", como dice Laura Latorre.